Edward Sussex - Derek Jacobi

.::Lord Edward Sussex::.
.:: 63 Años ::. .:: Ocupación: Empresario / aristócrata ::.
.::BSO del Personaje: Carmina Burana/ O Fortuna ::.
.::[https://lightofdarknessrpg.el-foro.net/t254-edward-sussex#723]Relaciones:[/url]

Lord Sussex nació el 27 de octubre de 1823, hijo de Lord James Sussex, primer hijo del Duque de Haverstone, y Amanda Trevec, tercera hija de un importante burgués francés. Desde pequeño resultó ser un niño cruel y déspota. Ya a temprana edad se movía por sus propios beneficios siendo capaz de tramar intrincadas intrigas para conseguir sus propósitos. Incapaz de ser controlado por sus padres , fue matriculado en un internado de Ascot y cuando terminó sus estudios obligatorios se alistó en el ejército británico. Corría el año 1841.

Su regimiento, en el que era subalterno, se trasladó a China a finales de ese mismo año para combatir en la primera Guerra del Opio, sin embargo, ésta termino antes de que pudieran llegar. De todos modos, el regimiento permaneció en Hong Kong que fue anexionado al imperio - como parte de la India - tras la derrota China. Fue allí donde comenzó a gestarse a fortuna de Lord Sussex al ver una buena oportunidad de enriquecerse con el contrabando de opio entre la India y China. No tardó demasiado en montar una red segura de traslado entre colonias y esta actividad pronto empezó a dar ganancias.

A pesar de mantener una buena vida en Hong Kong, Lord Sussex que tenía un espíritu inquieto, deseaba vivir más aventuras que las que le ofrecían su actual situación. Solicitó al ministerio de Defensa un traslado y le fue concedido. Su nuevo destino era Sierra Leona, en África Central.

Lord Sussex se estableció allí durante una larga temporada ayudando al ejército a acallar pequeñas revueltas que de vez en cuado surgían en el país africano. Destinado allí fue donde conoció a Lord McCrow, uno de sus mejores amigos y hombre de confianza.

Terminadas las revueltas, Sierra Leona también vivía en una tranquilidad pasmosa pero esta vez, en vez de pedir un traslado, Edward se dedicó a conocer la idiosincrasia de la zona y a crear una pequeña fortuna cofundando pequeñas empresas o formando alianzas con otros militares o aristócratas que residían en la ciudad. Fue en esta ciudad donde conoció a Lady Ashley Blair que a pesar de su juventud poseía algunas empresas que daban grandes beneficios. Edward no tardó mucho en ganarse su confianza y ganar parte de esos beneficios. En su relación con Lady Blair también le fue descubierto el secreto que guardaba la joven, el vampirismo, pero en vez de sorprenderse o salir corriendo, y haciendo gala de su siniestro carácter, Edward simplemente se encogió de hombros. Los beneficios de la empresa era lo único que le importaba.

Después de 10 años, en 1856, se vió obligado a regresar a Inglaterra por el fallecimiento de su padre. Tras heredar el título de Duque, y todas las responsabilidades que eso conllevaba, cayó en la cuenta de que no podría regresar a Sierra Leona por lo que decidió instalarse en Londres. Con los beneficios de sus negocios compró una casa en la zona residencial de Berkeley Square y comenzó a vivir como el aristócrata que debía ser. Por unos años, y a pesar de su edad, fue uno de los solteros más cotizados de Londres hasta que una hermosa mujer, mucho más joven que él, consiguió atraparlo y obligarlo a casarse. Era el año 1860.

Con su nueva vida de casado su vida se relajó. Dejó la vida militar y se dedicó a asistir a eventos sociales y a invertir en empresas en las que caía su interés. Fue así como conoció al que, gracias a su ayuda, sería con el tiempo Lord Malory. Edward se convirtió en socio de la empresa, poseyendo casi la mitad de las acciones de ésta. Con la confianza de Lord Malory comenzó a llevar las cuentas y otras actividades contables multiplicando los beneficios de la empresa de manera asombrosa. Esto ayudó a Malory a asentarse como aristócrata y a fundar una de las familias más importantes de Londres. La amistad entre estos hombres era tan grande que Lord Sussex fue elegido como padrino de la hija de los Malory.

Actualmente, a pesar de su edad, sigue participando activamente en la empresa y eventualmente sigue invirtiendo en otras actividades o empresas que despiertan su interés. Su carácter sigue siendo igual de perverso y cínico aunque ha desarrollado otro más afable y cortés de cara a la sociedad.

Es un hombre propenso a las intrigas y a las conspiraciones. No tiene valores de ningún tipo. El resto de personas no son más que fichas de ajedrez a las que mover a su antojo y en su propio beneficio. Es muy inteligente y astuto, lo suficiente para haber mantenido su pasado oscuro alejado todos estos años.